miércoles, 5 de mayo de 2021

El Teorema de Sanikhidze (versión definitiva)

Puede ser la noche, los besos, el deseo quizás. Puede ser su lengua, aleteando sin descanso, sus dedos procurando caricias escondidas. O la acción de su pene yendo y viniendo. Cada vez es distinto, como un problema matemático al que se le añade una incógnita nueva para hacerlo más complicado, más atractivo; aunque el resultado buscado sea siempre el mismo, el placer de los dos.

O puede que sea ese juguete que descansa sobre el colchón. Cuando Víctor lo enciende y ella se muerde el labio inferior, se miran sonriendo: ya han encontrado el método para resolver el eterno enigma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario