jueves, 28 de abril de 2022

La erótica de los macarrones

Añada, cuando el agua borbotee,

a la cazuela dos raciones generosas

-considere el hambre atrasada-

de pasta seca; controle la cocción

procurando que quede al dente.

Escurra los macarrones

reservando una parte de líquido

que después añadir a la salsa.

Vierta a continuación y remueva;

Sin miedo, la mezcla nunca falla.

Ralle después el queso

y espolvoree.

Introduzca la fuente en el horno,

gratinador alto y espere.


Mientras aguardamos

que termine la receta

podemos seguir jugando

-ahora que encajan las piezas-

a ese tetris del armario,

mi cuerpo en tu espalda,

tu mano en mi mano,

y kilos de previsora pasta seca,

sabiendo que, para recuperar las fuerzas,

-370 kilocalorías los cien gramos-

nada mejor que los hidratos

en una orgía crujiente

de queso, carne picada y salsa boloñesa.

martes, 12 de abril de 2022

No soy lo que aparento



No es lo que parece

cuando el verbo se hace dedo

y en dos segundos tecleo

un halago, un piropo, un requiebro.

No hagas excesivo caso,

no soy lo que aparento.

Suena raro, es cierto,

pero no me gusta el sexo por el sexo.

Aunque, una cosa es una cosa

y otra, que esté uno ciego;

por ello, -frágil equilibrio

entre mente, instinto y deseo-

si entre unas curvas me acelero

y me imagino a tu espalda,

muy cerca, sin aliento,

el cuerpo oscilando

y mis manos en tu pecho,

no lo tomes por cierto.


No es para mí

si el chocar de nuestros cuerpos

no se descodifica

y se graba en mi cerebro.