viernes, 20 de enero de 2023

Día de San Sebastián

Mi cabeza y el cielo se debaten.

Dudan, bajo el peso de las nubes

negras de redundancia, si soltarlo

todo o contenerse. Seguramente, 

tan propio en estos lares, caigan 

algunas gotas sueltas como lágrimas

mientras el clima -caprichoso

como la vida- somete las luces

y las sombras al azote de los vientos.


Quizás fuera más fácil dejar

que la lluvia estalle, y que con ella

arrastre todo, que te limpie 

o que te ahogue definitivamente. 

Pero luego piensas un poco en todo, 

en la ilusión, en los desfiles, en los

niños tamborreros, incluso en ti, 

y te dices que sería una pena 

arruinar una oportunidad única en la vida. 


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